El cielo empezó a oscurecerse barruntando tormenta. Hacía mucho tiempo que no llovía. Hacía muchos meses que no salía. Cerró la ventana y un fuerte trueno hizo vibrar los cristales. Las gruesas gotas de lluvia caían rebotando sobre el suelo. Se le ocurrió salir a dar un paseo y percibir el olor, olvidado, a tierra mojada y respirar aire limpio.Tomó un paraguas, el bolso y salió. Se cruzó con unos vecinos que entraban mojados que le dijeron algo que no escuchó. Les extrañaría que saliera con tan mal tiempo. Llegó al portal, abrió el paraguas y comenzó a caminar. Llevaba un buen rato andando cuando oyó un fuerte estruendo. Siguió su camino sin rumbo y anduvo hasta que dos horas después dejó de llover, y se encaminó de vuelta a casa. Cuando estaba cerca observó la multitud y el caos que había en su calle. Policías, bomberos, ambulancias...Miró atónita sin ver lo que buscaba, su casa, el edificio dónde había pasado casi los dos años últimos años en un encierro voluntario había desaparecido y sólo quedaba un socavón gigantesco que lo había absorbido. mmhr (julio/2011)
Fotos: mmhr/2009-10
10 comentarios de Free Like the Wind
dezabaleta dijo
Just in time ! Un presentimiento ?Saludos
Mark de Zabaleta
thorbcnval dijo
La lluvia quita y dá, es naturaleza viva.Un saludo merhum.
merhum dijo
Simplemente quería dar un paseo...Es un impulso que le salvó la vida. Saludos.merhum dijo
La lluvia es necesaria pero tanto la falta como el exceso puede tener consecuencias trágicas. Saludos, thorbcnval.No le había llegado la hora, todavía...
Tus relatos son buenos e imprevisibles.
Un abrazo.
Xabier.
merhum dijo
Gracias, Xabier. Imprecisibles, desde luego. Casi siempre lo suelen ser, así me salen. Un abrazo. Mercedes.
libertadveinte dijo: perdido
merhum dijo
Exactamente, libertad. Hay que ver lo positivo y esto es que tiene que empezar una nueva vida. Saludos.gloriainfinita dijo
Bueno, amiga, he encontrado un ratito para los interneses y viendo que tu ventana está bien repleta de macetas con flores me dedico por ésta, sin música, porque los altavoces aún tardarán en salir de las cajas.Me gusta cuando dejas volar la imaginación y nos traes estos relatos, siempre cargados de misterio.
Me he sentido aludida. Nueve años 'encerrada' en aquel caserón me hacían sentir que, o me largaba o fenecería con él. No volveré a ver en lo que se ha convertido, prefiero imaginarme ese socavón de tu protagonista.
Besos.
merhum dijo
Gracias, Gloria, por hacer esta paradita y visitarme. A veces las casas en las que vivimos nos atrapan y si no te sentías bien en ella, lo mejor que has hecho es dejarla y a empezar de nuevo.Besos.
2 comentarios:
Mercedes: buen relato ficticio, peropor desgracia cuando llega DANA (gota fría) suelen ocurrir muchas desgracias. La lluvia es buena, pero con moderación. Un beso
Buenos días, Águeda. Gracias. Vivimos en una zona de clima mediterráneo con lluvias irregulares, pasando de la sequía a la inundación; no me cabe duda que la lluvia puede hacer y hace mucho daño, lo he sufrido cuando era chica y nos quedamos sin casa por una riada que tiró nuestra casa. La realidad supera la ficción en esos casos. Besos.
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