Javier Rafael Moro Lapierre (Madrid, 11 de febrero de 1955) es un escritor español, Premio Planeta 2011. Autor de grandes epopeyas como Pasión india, El pie de Jaipur o Sari rojo que espero leer. El año pasado publicó A flor de piel, que acabo de terminar de leer y a la cual me enganché desde el principio.
Al descubrir la identidad de Isabel Zendal, Javier Moro reconstruye esta epopeya, la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna (1803-1814), de la mano de un personaje femenino. Incorpora los últimos descubrimientos sobre la enfermera que acompañó a los niños que formaron
parte de aquella gesta, considerada como una de las mayores empresas
humanitarias de la historia.

A flor de piel, publicada en 2015, describe una aventura llevada a cabo durante el reinado de Carlos IV: ni más ni menos que llevar la vacuna de la viruela a América y Filipinas. Esta tarea hoy no sería problema pero ¿cómo transportar una vacuna a principios del siglo XIX sin cámaras frigoríficas? La expedición partirá del puerto de La Coruña en 1803 siendo despedida por una multitud. Dirigida por el doctor Balmis y su ayudante Salvany, que utilizarán a 22 huérfanos a los que irán inoculando la vacuna de dos en dos (por si fallaba uno) para mantenerla en condiciones hasta llegar a América. Más increíble aún, les acompañará una mujer para encargarse de los niños.
Los protagonistas viven entre la pasión de salvar al mundo de tan terrible enfermedad y la necesidad de salvarse ellos mismos. Gobernantes y funcionarios que obedecerán las órdenes del rey poníéndose al servicio de la expedición científica y humanitaria, y otros, corruptos ¡qué raro! que pasarán totalmente e incluso incordiarán todo lo que puedan porque solo pensaban en su propio beneficio (¿por qué me resultará esto tan familiar?).
Ciencia, aventura, pasiones -incluso prohibidas-, corrupción, una monarquía tambaleante, una América a punto de empezar su proceso de independencia -verdadera guerra civil-. Una novela histórica o una historia novelada, con unos personajes reales que protagonizan la mayor proeza humanitaria de la historia con unos medios rudimentarios. Se considera la primera expedición sanitaria internacional de la historia.

"Mantener la cadena de inoculaciones era la preocupación vital de médicos y enfermeros. Tantos peligros amenazaban a un velero en los grandes mares que nadie sabía nunca la fecha de arribada, ni siquiera aproximada. Por eso, si la travesía se alargaba por cualquier razón, corrían el riesgo de quedarse sin fluido al no haber suficientes niños."
"Quien no estaba satisfecho era Balmis; ¿no merecía la llegada de una expedición patrocinada por el rey de España el desplazamineto del exceentísimo señor gobernador para recibirlos?...No hubo calor ni entusiamo en aquella bienvenida."
"¿Cómo hacerles aceptar que estaban allí con el único propósito de ayudar a transportar la vacuna y que, una vez vacunados, debían regresar a sus vidas? La expedición necesitaría más niños y más niños, y no podían transportarlos a todos indefinidamente."
"Ignoraba las razones del afecto que sentía por Isabel...Pero la ciudad estaba poblada de mujeres igualo más guapas, que nunca despertaron en él la más mínima turbación".
 |
Recorrido de la Real Expedición filantrópica de la vacuna. (De Ecelan) |
 |
Recorrido de la expedición en Filipinas. (De Ecelan) |