Esta mariposa me hizo los honores en cuánto me instalé en el camping de Santillana del Mar. Era una tarde soleada y decidí ponerme a leer un rato, pero en cuánto abrí la hamaca la mariposa empezó a revolotear y a posarse en ella. Así que aproveché para intentar inmortalizarla. ¿Sabía ella que me encantan las mariposas pero las orugas me producen repelús? Después de la última foto, habían pasado unos diez minutos, el sol había sido sustituído por nubarrones y el viento del norte empezó a soplar, y pronto empezó a llover. Luego, nada de tomar el sol mientras leía un poco. ¿Dónde se refugió ella? ¿Cuánto tiempo vivió después de la foto? Seguro que ella no sabe lo que es el carpe diem, pero yo sí y cada vez estoy más convencida de que hay que vivir cada momento como si fuere el último.
Foto: mmhr (julio, 2011)
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