Hojas muertas de varias tonalidades tapizaban el suelo del parque. Al andar sobre esta alfombra vegetal el crujido producido por sus pisadas interrumpía el silencio. El silbido del viento, y, a lo lejos se oía el fuerte oleaje. Pensó y tarareó una melodía a partir de esos sonidos, pensó en llegar pronto a casa y componerla. Una y otra vez se mezclaban en su cabeza esos sonidos que ambientaban su paseo vespertino. De pronto, el ruido espantoso de una motocicleta interrumpió al compositor que dirigió su mirada hacia el lugar de donde provenía. Cuando desapareció por un callejón la moto, siguió componiendo mentalmente la que iba a ser -acababa de decidirlo- su obra maestra. Pensó que los instrumentos más adecuados serían los de percusión y viento. Bueno, cuando llegara a casa tocaría la melodía en el piano.
Ansioso, aligeró el paso. El sonido de sus pasos cambió, caminaba sobre el asfalto. No, así no podía sonar su obra y decidió volver sobre sus pasos. De nuevo estaba en el parque. Caminó despacio, deprisa, corrió, saltó y comenzó a bailar de forma frenética. Apuntó mentalmente las notas. El viento sopló más fuerte. Reía como un loco ¡por fin iban a saber lo buen músico que era él! Tenía que ir a su casa, ya estaba prácticamente en su mente toda la composición. Debía irse deprisa. En ese momento la sirena de una ambulancia le volvió a interrumpir. Las notas bailaban de forma desordenada en su cabeza, se rebelaban y querían incluir el ulular de la sirena en la obra. ¿Cómo me hacéis esto? Tenéis que seguir en el orden que yo he dispuesto. Hablaba en voz alta, no se dio cuenta de que había gente alrededor. Deambulaba por una gran avenida, cercana al parque, pero aún estaba lejos de su casa. Siguió caminando durante casi una hora. Ya estaba llegando pero ¿quién es esa gente? ¿Por qué gritan? Era una manifestación. Los participantes coreaban una serie de frases reivindicativas...
Poco después, ante el piano, comenzó a tocar con fuerza la melodía cuando sonó el timbre de la puerta. ¡Imposible! No iba a poder recordar todas las notas. Euterpe, su musa le estaba abandonando. Abrió la puerta y se encontró con dos fornidos hombres vestidos de blanco que le empujaron contra la pared y le pusieron la camisa de fuerza...Cuando lo metieron en la ambulancia del psiquiátrico, iban comentando "Cada vez nos lo pones más difícil, Beethoven". mmhr/2012
12 comentarios de Free Like the Wind
inma dijo
jajaja....qué imaginación, aunque como dice el refrán "...la música amansa a las fieras...".Un beso, cuentista.
framulaverde dijo
Pobre Beethoven, que no hubo manera de que terminara su obra. Un abrazo.merhum dijo
¡La imaginación al poder! dijo alguien y todos corearon (mayo del 68, ¿qué estaría yo haciendo entonces?) Por cierto, Inma, el que tiene ahora el poder le falta imaginación, no sé que música escuchará pero no me lo imagino bailando. Un beso.merhum dijo
Hola, framula. El delirio de grandeza no va a ser siempre el de creerse Napoleón, ¿Por qué no un músico de talla universal como Beethoven? Los genios casi nunca suelen terminar su obra porque están continuamente creando y la muerte les sorprende en plena tarea. Un abrazo.vegalonso dijo
Menos mal que en la época de Beethoven no había ni ambulancias, ni motos, ni manifestaciones porque sino su música hoy no la escucharíamos los aficionados a la clásica. Porque el soplo del viento, el sonido del oleaje o el ruido de las hojas pisadas podía inspirar algo bonito pero lo otro…Me he reído un poco Mercedes y eso siempre viene bien.
Un abrazo
merhum dijo
Hola, Modesto. Cuando explico los inicios de la Revolución industrial en la ESO acostumbro a usar un material multimedia que suele sorprender a los alumnos. El audiovisual empieza en un pueblo con el sonido de los pajarillos, las vacas, etc. y de pronto surgen el ferrocarril, las fábricas, los coches, etc. y el ruido es espantoso. Desde entonces nos hemos convertido en un mundo lleno de ruidos y eso para un compositor de la época de Beethoven sería un handicap, además de ponerte de los nervios. Un abrazo.
libertadveinte dijo: perdido
merhum dijo
Es horrible lo que hacían antes con los "locos", encerrados de por vida, para que no molestasen. Saludos, libertad.dezabaleta dijo
Beethoven en estado puro hoy !Mark de Zabaleta
merhum dijo
Se quedaría sordo antes por la cantidad de decibelios que tendría que soportar cada día. Saludos, Mark.fernandomaria dijo
No me esperaba ese final, pero yo también preferiría sentirme Beethoven y no Napoleón. Mientras te leía pensaba en que la naturaleza hasta es capaz de hacernos pensar en la música, sin embargo los ruidos que el honmbre crea...ensordecen.Un beso, Mercedes.
merhum dijo
Supongo que eso influirá en los compositores actuales y tendrán la mayorái estudios insonorizados. Vivimos en un mundo demasiado ruidoso y cada vez hay más sordos entre los jóvenes. Me asombro cuando los veo con los auriculares y el sonido se escucha fuerte, incluso molestándonos a los que vamos cerca...Un beso, Fernando
6 comentarios:
Era un loco pacífico con una obsesión por la música culta, quizás tan poderosa como la pasión que alentaba al genial compositor. Una obsesión como aquellas que sacan de sus cabales al más juicioso, por algo o alguien. Creo que muchos desearíamos que en algún momento de nuestras vidas nos hubiesen calzado una camisa de fuerza para evitarnos cometer alguna de las locuras que le están permitidas a los cuerdos.
Un abrazo Mercedes.
Mercedes la composición de su obra musical era todo un reto para tu personaje, parecia que todo iba bien , cogiendo las notas propias de la calle, unos buenos ingredientes para la obra maestra, látima que la cordura siempre logre imponerse a las utipias.
Besos y felices fiestas
¡Muy ingenioso tu relato!
No me podía imaginar el final, mi enhorabuena por el inesperado desenlace.
He venido hasta tu espacio con la intención de desearte un muy FELIZ AÑO NUEVO en compañía de todos los tuyos.
Espero que, en los meses venideros, sigamos comentándonos, espero no volver a perderme tu pista.
Cariños en el corazón.
kasioles
Hay muchos locos pacíficos, obsesionados con alguna cosa. Antes todos acababan internados, hoy, por suerte, viven en libertad. Todos somos un poco locos o actuamos como tales alguna vez, pero tanto como desear una camisa de fuerza...
Un abrazo, Pensador.
Hay ocasiones en las que nos dejamos llevar por ciertas locuras y mientras no hagamos daño...Muchas gracias, Puri. Felices Fiestas. Un beso.
Muchas gracias, Kasioles. Espero que tú también tengas un Feliz Año 2015 y que sigam os visitándonos. Un abrazo. Mercedes.
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