Sonrió estúpidamente como solo ella sabía hacer, bajó la cabeza, se quitó un mechón de pelo de la cara, cogió un cigarrillo, lo encendió e inmediatamente lo aplastó en el cenicero. Ahora que lo recuerdo, era el cenicero de Cinzano, ¿os acordáis? sí, aquel triangular dorado con el nombre del vermut en los lados que todo el mundo tenía en su mesa. ¡Cómo apestaba! Siempre lleno de colillas asquerosas…
Aquel repugnante olor impregnaba la casa, el sofá, las cortinas, la negra melena…Se fue de viaje y, por una semana, su pitituaria agradeció el olor del mar, las rosas, la crema hidratante, e incluso el de las pescaderías del mercado de aquel pueblo de pescadores, hoy olvidado en el fondo de su memoria. De regreso en el tren decidió cambiar de hábito, de casa y así lo hizo. Ya no más humo en sus pulmones, ni cenicero de Cinzano, ni colillas apestosas, ni dedos amarillos. En su nueva casa cultivó rosas, jazmín y albahaca cuyos aromas la envolvían. Hoy, no sabe cómo llegó ese cigarrillo a sus manos, quién se lo dió o porqué lo encendió mientras lo sostenía con sus labios temblorosos; hoy sabe que ha ganado a su adicción al aplastarlo en el cenicero ¿el cenicero de Cinzano? No podía ser, nunca lo llevó a la nueva casa; lo miró notando que era el mismo, aquel viejo cenicero que tiró junto a otros muchos objetos cuando preparaba la mudanza. Lo volvió a mirar y ¡oh! Se había desplazado en la mesa acercándose hacia dónde estaba ella y sobre él había un cigarrillo recién encendido y manchado de carmín, un carmín del tono que ella llevaba. ¡Por Dios! ¿Acaso se estaba volviendo loca? Alargó su mano con la intención de coger el cenicero para deshacerse de él pero, el humo del cigarrillo despertó la ansiedad dormida y pudo más que su voluntad, lo cogió dándole una profunda calada y ¡ahí empezó de nuevo su dependencia! Su mente se enturbió y olvidó todo lo ganado en los últimos meses; mientras apuraba el cigarrillo, le pareció ver que el cenicero cobraba vida convirtiéndose en un ser animado cuyos ojos diabólicos la miraban mientras reía de un modo siniestro. mmhr/2014
14 comentarios de Free Like the Wind
javierdemurga dijo
Buenas tardes, Mercedes: Me parece una muy buena historia, escrita con maestría y con un final inesperado para mí.Quiero suponer que te encuentras completamente recuperada y estupendamente bien de salud.
Gracias por tu escrito.
Un abrazo.
Xabier
merhum dijo
Buenas tardes, estimado Xabier: muchas gracias, hacía tiempo que no escribía y ayer me vino la imagen del cenicero y salió este texto, lo "vomité".Estoy bien, la QT te deja exhausta pero se acabó hace un mes; ahora toca la RxT. Como siempre he creído ser una mujer afortunada, espero superar esto con mucho ánimo y paciencia. Un abrazo.
El cenicero triangular de Cinzano!...creo que mis padres tuvieron uno. Evocador tu texto, como las magdalenas de Proust ;) La RDT se tolera mejor y es la parte final...Cuídate Mercedes, te envío besos, sin humos.
Muchas gracias por todo, Nuria. Un beso.
Trasindependiente dijo
El humo del recuerdo sí que es una buena adicción...Gracias y saludos.
merhum dijo
Hola, tras. Los que hemos fumado alguna vez y nos hemos librado de la adicción, somos afortunados. Cuando pienso cómo empezamos a ser fumadores, sin pensar, creyéndonos que tener un cigarrillo en los labios nos hace mayor, más seguros, aceptados por el grupo...Gracias, a ti. Saludos.
igoarinon2n dijo
Hola amiga merhun! Me acuerdo de ese cenicero que evocas magistralmente:Cinzano! Y esa personificacion final refleja con clarividencia la fuerza de nuestros deseos suprimidos, que estan agazapados por ahi esperando la menor ocasion para reconquistarnos.Nada de humos!
Yo lo intente, por aquello de la moda, pero me iba muy mal y lo deje hace siglos.
Que la "Fortuna" siga a tu lado.
Besos
merhum dijo
¡Hola, igoarinon2n! Yo empecé a fumar a los 15 ó 16, en parte porque lo hacían los amigos y en parte porque mi padre decía que las mujeres no fumaban (él fue un fumador empedernido y yo le quitaba cigarrillos y me los fumaba a escondidas). A los 19 años dejé de fumar y no he vuelto a hacerlo nunca más. Gracias, que la suerte te acompañe amiga. Un beso.framulaverde dijo
Mercedes, he vuelto a poner el post de John Lennon y ha salido, espero no tener más problemas. Me alegro de que te encuentres bien. Un abrazo.merhum dijo
Gracias, framula, por todo. Espero que estés bien. Un abrazo.Pensador dijo
Buenas noches Merhum:"Fumar es un placer, genial, sensual / fumando espero a la que tanto quiero..." me transporta el tango y ciertamente, fue mi compañía tantas noches, en una esquina, en algún lugar, esperando con él, ya no tan solo, a mi amada.
Bien provisto de aquellos aliados de mi juventud, salía al parque en las frías madrugadas de invierno a estudiar hasta el alba lo que había descuidado de aprender en el bimestre.
Ya joven y en edad de trabajar, me acompañó muchas veces en esa espera de desocupado, consumiendo de cigarro en cigarro mis ansias por saber si fui aceptado.
Ahora, ya muy lejos quedó el recuerdo de ese amigo de mi juventud, como quedaron otros tantos, que en mi madurez aprendí no lo eran tanto, sino, sólo ilusión, como tantas que nos venden en la vida y como tantas que sin embargo evoco, con esa cariñosa nostalgia con que se recuerda la juventud.
Un cordial saludo Merhum.
merhum dijo
Hola, Pensador. Recuerdo el tango, de hecho lo cantaba cuando era muy pequeña. No solía fumar a solas, el cigarrillo no me daba compañía y un buen día me di cuenta de que me sabía muy mal, así que lo dejé. Saludos.dezabaleta dijo
Gran relato.Como dijo Oscar Wilde... "La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella".
Saludos
2 comentarios:
Mercedes: primero desearte mis mejores ánimos para que tu recuperación sea lo antes posible. Después comentarte que la historia que nos cuentas me ha gustado mucho. Tiene hasta misterio…
¿Quién no ha visto o tenido un cenicero de Cinzano?, un tesoro del ayer. Era de aluminio, pero también los había de otro material, creo que de melanina.
Yo comencé como casi todos, en la juventud, por no desentonar ante los amigos…después lo dejé durante el embarazo y lactancia…pero volví.
Mira yo he intentado muchas veces dejar el hábito del tabaco…jamás lo he logrado. Entre otras cosas porque me gusta fumar. Sí, sé que es malo para la salud, que es un vicio caro….que puedes hasta engordar cuando lo dejas….Pero al final vuelvo a engancharme.
Te deseo que disfrutes a tope de este verano que ha entrado con fuerza. Un beso
Hola, Águeda. Te agradezco tus deseos aunque actualmente estoy recuperada (si te fijas en las fechas los comentarios son del año pasado), afortunadamente. Han sido casi 20 meses, pero lo he logrado.
Me alegra que te haya gustado el relato y respecto a tu adicción al tabaco, qué te voy a decir, eres adulta y consciente de lo que haces.
Feliz verano también para ti. Un beso.
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