El Dorado (o Eldorado) era un lugar mítico para los conquistadores españoles en el territorio andino de la actual Colombia. Suponían que sería una ciudad donde este metal abundaría tanto como para tener sus calles cubiertas de él.
Y es que la búsqueda de oro fue uno de los principales motivos del Descubrimiento. Se necesitaba en demasía para desarrollar el capitalismo inicial en Europa. El viejo continente tenía cortado el acceso a Oriente por el Imperio turco. Las minas europeas estaban agotadas y hacían falta nuevos yacimientos auríferos, pues el pensamiento económico de la época creía que la riqueza de un Estado se basaba en la acumulación de metales preciosos. Un Estado sería más poderoso cuánto más oro y plata tuviera acumulado.
Por tanto no es de extrañar que los conquistadores, aventureros en pos de riquezas, crearan ese mito y buscaran desesperadamente el Dorado.
Son varias las leyendas en torno a este mito.
Hay otra que sitúa El Dorado en el Tahuantinsuyo después de la muerte del Inca Atahualpa. Parece que su pueblo decidió esconder todo el oro que había en la ciudad no se sabe dónde. Se habla de que lo echaron al fondo del lago Titicaca. Los nombres de Jiménez de Quesada, de Sebastián de Belálcazar, de Orellana y Gonzalo Pizarro quedaron unidos en la historia de este mito.
En América del norte el mito de El Dorado se plasma en la leyenda de las siete ciudades de Cíbola, que harán objeto de exploraciones todo el territorio desde Florida a California (actualmente los Estados del sur de los EE.UU.).
Hoy miles de aventureros, forzados por las condiciones infrahumanas que soportan en sus países buscan El Dorado en la vieja Europa. Los del siglo XVI perdían la vida cruzando la selva y luchando con los indígenas, movidos por el ansia de oro. Los del siglo XXI pierden la vida en el Estrecho. El Viejo mundo, aunque los necesita cada vez más, arremete contra ellos con leyes insolidarias, visados, papeles y más papeles...Y España desde el Tratado de Maastricht de 1992 se convierte en el Guardián de ese mítico y falso Dorado que deja traslucir en los medios de comunicación.
Y cómo dice Manu Chao al final de uno de sus temas "no todo lo que brilla es oro".
22 comentarios de Free Like The Wind
fernandomaria dijo
Estoy de acuerdo en que todo lo que brilla no es oro. Siempre se esconde algo detrás de las actuaciones y manifestaciones públicas de los gobernantes, sean quienes sean. La tristeza de hoy en día es ver a esas pobres gentes cruzando malamente el estrecho en busca de "su Dorado"...y muchos mueren en el intento.
Un beso, Merhum.
framulaverde dijo
Merhum, tienes razón en tu artículo, pero yo creo que los que hacen su verdadero "el dorado", son los especuladores invisibles que se aprovechan de los que precisamente, vienen buscando una vida mejor y más humana. Un abrazo.
gloriainfinita dijo
Ríos de tinta sobre el Dorado, ríos de sangre también. Esas ansias de acumular para terminar muriéndose de vacío.
Los que hoy llegan aquí, más que buscar riquezas, casi siempre, buscan simplemente sobrevivir y nosotros, teniendo de todo y en abundancia andamos buscando ¿quién sabe qué?
No me gustan los brillos, como no sean los de las estrellas en alguna que otra noche mágica.
Un abrazo, amiga.
merhum dijo
Estamos de acuerdo, Fernando, con la triste realidad. Vendemos un mundo envuelto en lujos, un escaparate que evidentemente atrae, pero que no es la panacea. Algunos de los alumnos inmigrantes que he tenido me han comentado que aquí también hay gente muy pobre y es cierto, pero la situación de estos no es para nada comparable a la suya. Besos
merhum dijo
efectivamente, Framula hay muchos traficantes de drogas que están sacando más con el tráfico humano. Esos son los que se ponen las "botas". Un abrazo
merhum dijo
Gloria, pensaba en este tema hace unos días cuando estuve en Caños de Meca y veía África enfrente, a dos pasos.
A mí tampoco me gustan los lujos y oropeles, y como tú creo que el brillo de las estrellas es el mejor y podemos tenerlos todos. Un beso
Lando dijo
A lo largo de la historia ha habido muchos "El Dorado" pero pocos lo han sido realmente.
No es oro todo lo que reluce, nunca ha sido así. Yo pienso en estas personas que lo dejan todo y a todos por arriesgarse la vida en una patera y me pregunto, ¡cómo deben de vivir para actuar así? hay muchos gobiernos africanos expoliadores de sus propios súbditos, gobiernos mantenidos en muchos casos por las conveniencias del primer mundo, pero también gobiernos corruptos capaces de mercadear con la ayuda humanitaria que reciben de la solidaridad del norte.
No existe El Dorado y mejor que sea así
Un beso
merhum dijo
Hola, Lando, "El maldito dorado", como dice Carlos Goñi en su canción. Realmente como tú dices es mejor que no exista. Besos
Eduardo Montagut Contreras dijo
Otro didáctico artículo de nuestra profe andaluza, y como todos, magnífico.
libertadveinte dijo
Yo creo que El Dorado existe. Es donde están instalados los que
poseen la riqueza, pero que no dejan que nadie penetre en su mina.
El resto vive o sobrevive e incluso muere.
Saludos.
merhum dijo
Muchas gracias, Eduardo. Se hace lo que se puede. Un abrazo
merhum dijo
Tienen el monopolio de El Dorado a costa de los demás. Un abrazo, Libertad.
NuriaNómada dijo
El Dorado pervive como un símbolo de aquella época, un mito...Como decís Gloria y tú, no me gustan los brillos de ese tipo. Todavía se puede ser crítico con eso y con otros "Dorados" en este nuevo mundo. Y hay ideas y palabras más brillantes...Que disfrutes estos días que se acercan y un abrazo.
merhum dijo
Hoy el vil metal en forma de € o de $ constituye todavía un mito, tanto para los que tienen de sobra como para los que carecen de él. Le damos demasiado valor a lo material y no trabajamos en desarrollar nuevas ideas económicas y sociales más justas para todos. Felices fiestas, Nuria. Besos
Agueda Conesa Alcaraz dijo
No es oro todo lo que reluce..magnífico artículo....y preciosa canción. Dulces fiestas, un besito
merhum dijo
Muchas gracias, Águeda y felices fiestas para ti también. Besos
Sweet Sue dijo
Feliz noche, feliz solsticio y feliz 2010, Merhum. Besos
merhum dijo
Muchas gracias, Sweet Sue. Que se cumplan todos tus sueños y que podamos seguir disfrutando de tu blog. Besos
MARIANO JUAN-R. dijo
Mercedes, para completar la lectura de tu didáctico "post" sobre "potosíes" y "eldorados", recomiendo dos buenas películas sobre expediciones enajenadas, como las de Lope de Aguirre, a la búsqueda de esa quimera, que destacan por su excelente ambientación, fotografía rutilante y cautivadora música. Si bien demandan un espectador sensible a estos valores y no tanto al mero entretenimiento: "Aguirre o la cólera de Dios" de Werner Herzog, y "El Dorado" de Carlos Saura.Es bueno, ya para acabar, acordarse de aquel grandioso título de Frank Capra: "You can't take it with you", traducida al español como "Vive como quieras" y que venía a enfatizar el absurdo de atesorar tanta riqueza, pues al fin y al cabo, no te lo puedes llevar contigo.
Un abrazo.
merhum dijo
Buenas noches, Mariano. Lope de Aguirre "el Loco Aguirre" le llamaban y si no recuerdo mal fue interpretado por Klaus Kinski en la película de Herzog que mencionas. No he visto la de Saura, pero sí tengo en casa (pero no la he visto aún) la de Ripley Scott "1492. La conquista del Paraíso con Gerard Depardieu y Sigourney Weaver. Esa de Capra no la conocía, habrá que verla. Un abrazo
MARIANO JUAN-R. dijo
Como apunte adicional, Mercedes, informo a los amigos que Ramón J. Sender escribió una estupenda novela sobre la quimérica expedición: "La aventura equinoccial de Lope de Aguirre" (tecleo de memoria). Por lo demás, la peli de Capra es una obra maestra de las mejores de su época clásica, sino la mejor junto a "Qué bello es vivir".
Y recuerdas muy bien, el zumbao de Kinski interpretaba, de modo formidable, al enajenado Aguirre.
La que mencionas de Scott no la conozco, pero no tengo buenas referencias de ella.
Un abrazo.
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