Puerto de Ribadeo (Lugo, Galicia). Fotos. mmhr/2009

domingo, 6 de diciembre de 2009

Schliemann y Troya




Heinrich Schliemann (1822-1890) constituye un ejemplo de que cuando uno quiere algo, si se empeña en ello, lo consigue. Dedicó casi toda su vida a un objetivo: encontrar la ciudad de Troya, escenario de La Ilíada de Homero.
Desde que era un niño escuchaba extasiado las historias que su padre (que era párroco) le leía de la obra de Homero, antes de dormir, en vez de los típicos cuentos infantiles. Cuando tenía nueve años dijo a su familia que él iba a descubrir dónde se encontraba esta ciudad. Es de suponer que su familia pasaría por alto el comentario y como él siguió insistiendo, seguramente pensaron que era una niñería, una fantasía infantil. Pero Heinrich crecía y no cejaba en su empeño. Y así sucedió, lo había decidido y lo hizo.
Una vida entregada a ese sueño, a hacer fortuna en diferentes actividades económicas y por todo el mundo -llegó a hablar diecisiete idiomas- para gastarla en las excavaciones..., lo que evidentemente repercutió en su vida familiar. Durante veinte años se dedicó a encontrar la mítica Troya de Homero: se hallaron hasta seis perfiles que podían pertenecer a dicha ciudad.

A pesar de encontrar muchísimos restos, lo que es normal en la zona (Asia Menor, costa mediterránea de la península de Anatolia, en Turquía) pues hubo importantes colonias griegas y otros pueblos, como los persas que también se asentaron allí, e incluso hallar el llamado Tesoro de Príamo (1873) en Micenas.

Las autoridades científicas cuestionaban los métodos y técnicas utilizadas. Por ejemplo, se mezclaron objetos de varios perfiles arqueológicos, es decir, pertenecientes a diferentes culturas y épocas distintas.

Fue acusado por el gobierno turco de sacar ilegalmente del país objetos tan valiosos como el Tesoro de Príamo (donado al Museo de Berlín, y perdido en la vorágine de la Segunda Guerra Mundial) y muchísimos más.

 
La Máscara de Agamenón (Tesoro de Príamo) descubierta por Schliemann en Micenas (1876)

merhum el 22 Jun 2009
imagen de wikipedia
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8 comentarios (de Free Like The Wind)

Aquarella dijo

Es hermoso vivir con un objetivo y lograrlo.No hay nada como saber lo que uno quiere.
Interesante post..reflexión entre clase de Historia
Besos
22 Junio 2009, 01:00

merhum dijo

Siempre me llamó la atención su historia y se la cuento a mis alumnos, hoy -como ya acabó el curso- decidí contarla aquí también. Está bien luchar por lo que uno desea, con todas tus fuerzas y verte recompensado al conseguirlo. Tener fuerza de voluntad y perseverancia. Besos y felices sueños.
22 Junio 2009, 01:34

gatita dijo

yo de mayor quiero ser perseverante....
besossssssssssssss
22 Junio 2009, 08:12

merhum dijo

Y yo, Gatita. Buenos días
22 Junio 2009, 10:51

gloriainfinita dijo

Que bien contado... aunque en vez de perseverante me llamen "cabezona" yo quiero aprender a tocar el piano. Besos.
22 Junio 2009, 15:34

merhum dijo

Pues ya sabes, Gloria, a estudiaaaaaaaaar y verás como lo consigues.
22 Junio 2009, 17:29

MARIANO JUAN-R. dijo

Las peripecias arqueológicas de Schliemann, junto con otras no menos apasionantes, se pueden disfrutar en un "clásico" imperecedero: C. W. CERAM, Dioses, tumbas y sabios, Orbis, 1985 (1949). Esta es la edición que yo tengo en casa, pero hay más recientes: en "Booklet", me parece.
Un abrazo.
23 Junio 2009, 17:56

merhum dijo

Te agradezco la información, gillhooley. Un abrazo
23 Junio 2009, 18:23

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Your blog keeps getting better and better! Your older articles are not as good as newer ones you have a lot more creativity and originality now keep it up!

mmhr dijo...

Thank you very much, Anónimo.

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