Abandonada a su suerte, a la deriva en el Mare Nostrum (¡nostrum!). Su embarcación había volcado como otras tantas en los últimos tiempos. ¿Dónde estaba su madre? ¿y su hermanito? Estaba sola, abandonada a su suerte, a su mala suerte. Primero, las bombas destruyeron la escuela; poco después una bomba dejó arrasada su casa, muriendo sus abuelos y una hermana. Fueron a un campo de refugiados donde pasaron todo tipo de calamidades. Su padre, médico, falleció en el bombardeo del dispensario...
Abandonada a su suerte, siguió a su madre en una huida por el Mare Nostrum (Nostrum, no Mare Totum), desesperada, hacia Europa.
Abandonada a su suerte, la barca, en pésimas condiciones y sobrecargada, se hundió rápidamente...No queda nadie, todos se han ahogado menos ella. Su chaleco naranja la mantiene a la deriva, abandonada a su suerte, a su mala suerte.
Unos pescadores la encuentran ¡todavía respira! La secan, la abrigan, la alimentan...Piensan, meditan, discuten que hacer con la niña, ¿la deportarán si la entregan? ¿a dónde irá sin nadie que la proteja de leyes y acuerdos?, deciden. En su pequeño pueblo, en una pequeña isla del Mare Nostrum, no tendrá problemas, vivirá en paz, e irá a la escuela. Abandonada a su suerte, la niña, despierta. mmhr/2016
8 comentarios:
Muy bien descrito...
Muchas gracias, amigo Mark. Saludos.
Tragó agua y tuvo que tragar en su país muchas cosas más...probó de todo y vio lo que creía que no existía antes de la guerra...¿quién puede curarla? quizas sí aliviarla pero arrastra un pasado donde no hay cura, tan solo desolación. Si ella es sensible e inteligente, con una cultura y una preparación de haberla educado entonces, eas heridas la mutilaran mientras viva con su razón de peso.
Es terrible lo que están pasando todas estas personas que huyen de Siria; más terrible aún saber que siempre hay algún pueblo al que le sucede esto, que constantemente hay ríos de refugiados en cualquier continente. Gracias, Buscador. Un abrazo.
No te molestes; ayer un menda metió un gol de penalti y el país entero vibró. Así es que es lo que tenemos. La vergüenza de tocarnos convivir con gente de este estilo.
No es contra el futbol no, es el "estilo" atávico de moverse como monos. También vale para conciertos de música, mercaditos, viajes de moda y esas cosillas de poca humanidad.
Tienes razón, Carlos. Son muchas cosas banales a las que nos abandonamos sin hacer nada por cambiar este mundo que funciona tan mal. Un abrazo.
Abandonada a su suerte...desesperada huida hacia Europa que ha decidido levantar muros y alambradas, que ha olvidado lo que no hace tanto pasó en Europa. ¿Estamos condenados a tropezar hasta el infinito en la misma piedra? ¿Tan malos son los programas de historia (de nuestros libros de texto y de televisión)? ¿Tan poco podemos hacer?
Hola, Emilio. Esta Europa no es la que queríamos. Flaca memoria tenemos y, sí, parece que tampoco somos capaces de aprender historia, de aprender de los errores; ya se vió cuando la guerra en la antigua Yugoslavia. ¿Hay tantos intereses como para dejar morir a tantos inocentes? Un abrazo.
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