Sentada en el porche, intentaba combatir el calor bochornoso con una granizada de limón.
En el silencio de la noche todo un universo de sonidos le acompañaban.
Chicharras, grillos, el mochuelo, unos perros ladrando en la lejanía, algún maullido…
El cielo estaba enrojecido, apenas se vislumbraba la ciudad cercana, envuelta en una atmósfera turbia y asfixiante. No se movía ni una hoja de los álamos. Olía a jazmín, a dama de noche y, sí, también olía a humo.
En algún lugar cerca de allí se estaba quemando algo.
Pensaba lo diferente que había sido el verano anterior. La habían enviado a hacer un reportaje sobre el turismo español en el Cabo Norte, en Noruega (es que últimamente les ha dado a los paisanos por allí) y pasó un mes en el país nórdico disfrutando de su “verano”.
Seguía llegando olor a quemado…El gato rozó su pierna y se le subió en el regazo, le acarició el lomo y lo echó al suelo. De pronto surgió en el horizonte un muro de fuego que avanzaba rápidamente hacia su casa. Menos mal, pensó, que estaban el río y la carretera que harían de cortafuegos. Suerte, también, la ausencia de viento, pues permitiría controlarlo más fácilmente.
El aire se llenó de humo a la vez que las llamas seguían acercándose. Decidió que lo mejor sería coger el coche y acercarse por si podía ayudar. No había recorrido ni un kilómetro cuando se vio cercada por el fuego, asustada y sin saber que hacer, pensó que lo mejor sería pedir ayuda pero, ¡oh, no! No había cogido su móvil…Gritó pidiendo auxilio, tosiendo, asfixiándose. Entonces oyó ¿la sirena de los bomberos? ¿La de la ambulancia? Ya no oía nada, excepto el crepitar de los árboles quemándose.
¡Dios mío! No venía nadie a rescatarla. Moriría abrasada, bueno, lo cierto es que se quemaría después de morir asfixiada…
Otra vez oyó el sonido de la sirena. Si al menos pudiera llegar al río, se salvaría. Angustiada, sudorosa, apenas podía respirar, salió del coche e intentó orientarse. Calculaba que a unos trescientos metros delante de ella estaba el cauce y hacia allí la llevaron sus pies. Cuando iba a meterse en las aguas un sonido familiar hizo que se parase de golpe. ¡Son las seis de la mañana, hora de levantarse!
Desde que su hermana le regalara aquel despertador parlante nunca había vuelto a llegar tarde al trabajo, por lo que le estaba muy agradecida…mmhr/agosto/2010
Fotos: mmhr/2009
22 comentarios de Free Like The Wind (mi primer blog):
framulaverde dijo
Mercedes, el argumento de ese relato seguro que en esta época se da muchas veces por desgracia, y es que con este calor, ¿quien no sueña que se está quemando?. Un abrazo.
25 Agosto 2010, 18:03
merhum dijo
En efecto, framula. Es una pena la cantidad de incendios que se produce cada verano: no se limpian los montes, carencia de medios, pirómanos sin atención psiquiátrica, domingueros descuidados, imprudencias de todo tipo. Y es que aunque las leyes se endurezcan parece que no es suficiente. Un abrazo.
25 Agosto 2010, 18:13
libertadveinte dijo
El reloj la salvó de un sueño
terrible, pero por otro
lado la obligaba a levantarse para ir a
trabajar...
Y es que los relojes no distinguen entre trabajo
y
vacaciones...porque estaba de vacaciones...¿no?
Saludos Merhum.
25 Agosto 2010, 18:26
merhum dijo
Libertad, no suelo usar el reloj en vacaciones ni el despertador. Es un placer no tener que contar con él durante algún tiempo, pero no puedo olvidarme totalmente del reloj porque mi familia está trabajando y me tengo que adecuar en parte a su horario. La protagonista del relato no estaba de vacaciones y el calor hizo que tuviera una pesadilla. 39º a la sombra, ya ha bajado de los 40º de hace una hora. Saludos.
25 Agosto 2010, 19:13
Inma dijo
MERCEDES....hasta al ordenata le ha
afectado el calor....éste es el tercer intento....me ha borrado dos
mensajes....menudo cabreo.
Bueno a ver si me deja...
Sabes
que ahora mismo te escribo este comentario a 30º, con el ventilador
y el portátil en la falda....estoy sudando como una magdalena...
pero tu relato lo merecía....muy bueno.
Y menos mal que fue
una pesadilla....pues no era nada agradable...
Un beso
25 Agosto 2010, 23:32
merhum dijo
Gracias Inma. Aquí estamos a 28º en estos momentos. A ver si esta noche puedo dormir porque llevo dos sin apenas cerrar los ojos y no veas las ojeras que tengo. Un beso
26 Agosto 2010, 00:22
Lando dijo
Los sueños son tan reales que nos
impresionan y nos afectan.
El contenido de este, es sin embargo,
parte de la tragedia veraniega de todos los años, el fuego. Y junto
a él, quiénes son capaces de causarlo premeditadamente. Bastante
tenemos con las imprudencias como para que haya gente que disfrute
con dañar deliberadamente nuestra naturaleza.
Besos calurosos en
plena ola
26 Agosto 2010, 18:24
merhum dijo
Hola, Lando. La pesadilla de la protagonista es la realidad, por desgracia, de nuestros veranos. Yo pienso que hay que hacer más, tomar medidas preventivas, de concienciación, y punitivas más fuertes, y si necesitan atención psiquiátrica, que se haga un seguimiento eficaz, durante el tratamiento y después de éste. Besos, a 41º a la sombra.
26 Agosto 2010, 18:53
gloriainfinita dijo
Hola Mercedes, a medio gas después del
viaje, voy de visita y veo que has trabajado de lo lindo este verano,
así que me iré paseando despacito, que no me quiero perder fotos ni
canciones.
Este relato, al igual que ocurría con aquel otro del
verano pasado, de la mujer que se fue a Praga, me dejan pensando que
serías una estupenda escritora de novelas de suspense.
Besos,
también desde una noche calurosa en la que espero que nada se queme.
27 Agosto 2010, 00:49
vegalonso dijo
También me ha gustado este relato del
que tampoco adivinaba el final. Lo ponías tan aparentemente real que
esperaba lo peor.
Y accediendo a la página que citabas hace unos
días ya bajé los libros de Saramago que, por cierto, se pueden leer
bien en el ebook. Así que gracias por la información Mercedes.
Un
abrazo.
Modesto
27 Agosto 2010, 01:16
merhum dijo
Hola Gloria estaba impaciente, esperando que volvieras a contarnos cosas de lugares exóticos. Así que ya voy a tu blog a ver que nos has traído. De la historia de Praga sólo he escrito otro capítulo pero está sin publicar; este verano no he tenido la cabeza para escribir sobre esa historia, aunque he escrito otras. Te agradezco que me animes con tu elogio y sabes que me encantaría dedicarme sólo a escribir...Besos.
27 Agosto 2010, 01:20
merhum dijo
Buenas y calurosas noches Modesto, y lo peor es que todavía queda mucho verano por delante. Me alegra que te haya gustado el relato y que te hayas podido descargar los libros de Saramago. Un abrazo.
27 Agosto 2010, 01:23
popochan dijo
Qué bien me ha venido tu relato ,
dulce amiga, para refrescarme esta mañanita de viernes!!
Menos
mal que sólo era un sueño. No sé si a tí te pasa, pero me meto
tanto en la piel de los
personajes que hasta les cojo cariño.
Me da el tiempo justo de mandarte un beso antes de devolverle el
ordenata
al señor que amablemente me lo ha prestado (le he dicho
que era imprescindible
para pedir excusas al jefe))
Pop
27 Agosto 2010, 02:21
merhum dijo
Hola Popochan, si a mi también me ocurre con algunos personajes. El calor de este verano está influyendo en mis relatos y como ves todo arde... Un beso.
27 Agosto 2010, 14:01
aire dijo
Hola merhum. Me he metido totalmente en la piel del personaje, me ha gustado mucho tu relato. Hace unos años alguien me comentaba, que como iban a limpiar el monte, a invertir dinero en ello, si no tenían ayudas suficientes, y además era monte, y no les dejaban explotarlo. Al par de años el monte se quemo,y todavía recuerdo las cicatrices que dejo el sudor caliente al caer por el cuerpo de mis amigos al intentar apagar el fuego. Ojala todos nos concienciaramos un poco más. Encantada de haber descubierto tu blog.
27 Agosto 2010, 18:44
merhum dijo
Aire me encanta tu avatar y eres bienvenida. Te agradezco tu comentario. Hay normas, plazos para cumplirlas, etc. respecto a la limpieza de los campos y montes, pero creo que muchas veces no se cumple. Seguramente las multas salen más baratas, no sé. La cuestión es que no sólo se quema el bosque -cosa que nos afecta a todos- sino también las personas...Saludos.
27 Agosto 2010, 18:53
NuriaNómada dijo
Muy realista tu relato, contundente y
breve, y adecuado al momento de la ola de calor; los incendios mejor
que sólo sean literarios. Por cierto, odio los despertadores, son un
invento útil pero también instrumentos de tortura.
Me derrito
contigo, Merhum. Besos cálidos.
27 Agosto 2010, 18:56
merhum dijo
Gracias, Nuria, envidiada amiga viajera. También yo los odio, pero sólo quedan unos días para que vuelva sonar. Besos, a 40º.
27 Agosto 2010, 19:18
José Luís García Troyano dijo
Hola... he venido dando un paseo por
aquí, y he parado a saludarte... pero que tensión y que mal rato...
llegué a pensar que esta historia acabaría mal... bendito
despertador.
Un saludo.
28 Agosto 2010, 10:13
merhum dijo
Hola, José Luis, y bienvenido. A veces el despertador, objeto la mayoría de las veces odiado, nos salva de una pesadilla horrible. Saludos.
28 Agosto 2010, 11:39
fernandomaria dijo
Paso a tomarme una granizada de limón.
No se da terminado con los incendios, y es que,
independientemente de lo pirómanos, el monte está descuidado.
Al
empezar a leer pensé que la que tomabas el granizado eras tú.
Un
beso, Mercedes.
29 Agosto 2010, 01:22
merhum dijo
En Oporto todos los días en las noticias hablaban de los incendios tanto en Portugal como en Galicia, igual que cuando estuve en Pontevedra en 2005. De ese año tengo fotos hechas en el camino donde se ven continuas columnas de humo. Hay mucho pasto seco y los montes están sin limpiar. Ese verano en Figueira da Foz estuvimos una noche entre dos grandes incendios, al norte y al sur, y lo pasamos mal, no se podía respirar..., en fin que sirvieron de inspiración para el relato. Me encanta la granizada de limón. Besos
29 Agosto 2010, 01:58