"Mbuy apenas tenía nueve años cuando un día llegaron a su aldea los guerreros. Armados hasta los dientes, arrasaban todo a su paso, disparaban a todo lo que se movía e incendiaban las casas. Mbuy se había escondido, como le había enseñado su padre, casi no respiraba, apretaba los dientes hasta sangrar. Pudo ver desde el escondite como asesinaban a su amigo Ndoe, como arrastraban fuera de las casas a los supervivientes y los colocaban frente al almacén. En este grupo reconoció a su padre y su corazón dio un brinco, latía tan fuerte que pensó que, a pesar del ruido le iban a descubrir. Toda la aldea ardía, no veía a su madre ni a sus hermanos pequeños. Comprendió que estaban muertos y las lágrimas corrían por su sucia carita. De pronto una mano le sujetó por detrás y le arrastró hacia el grupo. Su padre le gritó y Mbuy se escapó de su captor para ir junto a su padre.
Entonces empezaron a apartar del grupo a los chicos de su edad, formando dos grupos, uno con los adultos y niños más pequeños y otro con ellos. Del camión se bajó un soldado con varias armas, las puso en manos de los chicos y apuntándoles con la suya a la cabeza ordenó que disparasen a los demás. Los chicos aterrorizados, dudaron, pero, cuando vieron que el soldado disparó a un chico causándoles la muerte, comenzaron a disparar y a gritar.
Mbuy no disparó, el jefe le ordenó disparar a su padre, su padre asintió para que obedeciera la orden y así lo hizo.
Mbuy y los otros chicos quedaron en estado catatónico, parecían muertos vivientes ¡tanto horror en unos minutos!
Subieron a los vehículos y se fueron con los guerreros..."
mmhr, 2009
Así es como se suele reclutar a los niños-soldados. Una vez que les hacen pasar todo ese horror, les obligan a matar, les proporcionan drogas, para olvidar el trauma, para insensibilizarlos y convertirlos en asesinos salvajes, se transforman en seres despojados de toda humanidad...Mbuy es un niño imaginario, igual que el relato, pero ¡hay tantos Mbuys!
Y no me olvido de las chicas, también para ellas hay un papel dentro de este submundo que pulula por las selvas africanas. Ellas estarán al servicio de los guerreros y no sólo para hacer la comida o lavar la ropa, serán esclavas sexuales...
¿Hasta cuando seguiremos mirando a otro lado? ¡Qué suerte tienen nuestros hijos! Y encima muchos se quejan porque tienen que ir al instituto hasta los 16 años o porque no le compramos un ipod.
República Democrática del Congo: Kivu Septentrional: Guerra sin fin contra las mujeres y los menores (Octubre 2008)
En la zona de Kivu Norte, se sigue reclutando a niños y niñas para que luchen como soldados en el conflicto armado; además se sigue abusando física y sexualmente de mujeres, niños y niñas...
12 comentarios (de Free Like The Wind)
fernandomaria dijo
Es estremecedor lo que sucede en esos países. Tienes toda lña razón del mundo al decir que nuestros hijos son unos afortunados...y después tenemos que oir las quejas que tú bien dices. A veces resultan incriebles, y de eso la culpa la tenemos los adultos porque, como dice la psicología, "el niño no nace, se hace"...y así se hacen a los niños soldados.
Estupendo escrito, ojalá nos haga meditar.
Un beso.
Estupendo escrito, ojalá nos haga meditar.
Un beso.
merhum dijo
Es uno de los temas sobre la infancia que realmente me preocupa, aunque no es el único. Hay que meditar y actuar para que esta lacra termine. Un beso
libertadveinte dijo
Merhum ¿Qué podemos hacer? Yo no tengo respuestas.
Salud.
Salud.
merhum dijo
Es muy difícil por la cantidad de intereses que existen. A través de algunas ONG, por ejemplo Save the Children o Amnistía Internacional, se presiona a los gobiernos (al nuestro para que haga algo y al de esos países concretos), a la ONU, etc. Es importante no olvidar que existe ese problema y difundirlo, que se conozca y yo espero que alguna vez los niños puedan vivir como lo que son: niños. Saludos
ermitano5 dijo
Es inadmisible no sólo que miren hacia otro lado, sino que sean las propias potencias tanto occidentales como China o grandes multinacionales quienes provoquen estas guerras y este caos para hacerse con sus recursos mas preciados
framulaverde dijo
Merhum, es lastimoso que esos niños no puedan ser niños,¿ y el Papa, reparó en esos problemas cuando fué a Africa,? yo creo que ni siquiera le interesa. Un abrazo.
merhum dijo
Estoy de acuerdo con lo que dices, Francisco, y por lo menos debemos difundirlo para que nos conciencemos, a través de los blogs, con cartas a los periódicos, boca a boca, cualquier medio es bueno. Saludos
merhum dijo
Framula, cuando miras a un niño africano y ves en sus ojos de todo menos lo que vemos en la mirada de los nuestros, se te cae el alma al suelo. Y todo por los recursos minerales que tienen y que son fundamentales para nuestra industria, aunque estén manchados de sangre. Un abrazo
gloriainfinita dijo
Tremendo, aunque sabido, siempre impresiona el volver a pensarlo... malditas guerras y malditos hacedores de guerras.
emilio dijo
Has hecho muy bien en volver a publicarlo. Yo, por ejemplo, no lo había leído. Este tipo de noticias no las dan normalmente los grandes medios, así que los pequeños debemos insistir.
merhum dijo
Gloria, fíjate todo lo que le damos a un hijo nuestro o incluso al hijo de unos amigos o familiares, todo nos parece poco para él. Fíjate como nos ponemos cuando a algún niño le sucede algo extraordinario, negativamente hablando (maltrato, violación , asesinato,etc.,), pensemos que eso allí es el día a día, pero a lo bestia, y que lo extraordinario es ver allí un niño con una vida "normal", es decir, que tenga padres, casa y comida, mucho amor, escuela, juegos con sus amigos.
Si lo pensaramos todos los días estaríamos amargados por la impotencia pero es probable que hiciéramos más de lo que hacemos.
El negocio de la guerra empieza con el negocio de las armas, después están otros negocios: petróleo, gas, oro, diamantes, coltán, estrategias, deslocalización, etc.
Si lo pensaramos todos los días estaríamos amargados por la impotencia pero es probable que hiciéramos más de lo que hacemos.
El negocio de la guerra empieza con el negocio de las armas, después están otros negocios: petróleo, gas, oro, diamantes, coltán, estrategias, deslocalización, etc.
merhum dijo
Hola, Emilio. Post como este creo que merecen ser reeditados, aunque lo hubiesen visto muchos, porque más deberían hacerlo. Seguiré insistiendo. Un abrazo
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