Los jesuitas siguieron un modelo de misiones bastante diferente al de otras órdenes religiosas presentes en América Latina. Las misiones que construyeron, llamadas Reducciones, eran pequeñas comunidades autosuficientes en las que enseñaban técnicas de agricultura, construcción o artesanía. Eran unos modelos casi utópicos de convivencia entre los misioneros colonizadores y los indios guaraníes. De hecho, la importante presencia de la cultura guaraní en el Paraguay actual se debe en gran medida a esta respetuosa relación y al mestizaje promovido por ella.
(Actualmente el guaraní también es lengua oficial, junto al español, y es hablado por más del 80% de la población).
Las huellas de esta organización socioeconómica religiosa inigualable (1609-1768) se encuentran en las ruinas ubicadas, todas ellas, en los Departamentos de Misiones e Itapúa, entre los ríos Tebicuary y Paraná.
Las misiones más trascendentales fueron las célebres reducciones guaraníes, que dieron origen al mito del Estado o República Jesuita, que a la postre acabó resultando nefasto para el futuro de la Compañía.
Aunque los jesuitas fundaron misiones en México, California, Ecuador y cerca del lago Titicaca, los establecimientos más conocidos fueron los guaraníes, que se localizaron en una zona extensísima (la del Paraná) situada entre Paraguay y Uruguay y Argentina.
La tierra, se dividía en tierra de Dios, comunal del pueblo, y las parcelas individualesde los indígenas. La tierra de Dios la conformaban las mejores tierras, tanto agrícolas como ganaderas, y era trabajada por turnos por todos los indios. Los beneficios de esta tierra de Dios se dedicaban a la construcción y al mantenimiento del templo, el hospital y la escuela. Los beneficios de la propiedad comunal también se destinaban para pagar a la Real Hacienda y los excedentes servían para fomentar la propia economía. Las parcelas individuales proporcionaban a los indios su sustento familiar, y si conseguían excedentes, éstos pasaban al silo común para ser consumidos en momentos de necesidad, o vendidos en situaciones de bonanza. Para evitar el absentismo, los jesuitas propusieron un horario de trabajo rígido, de seis horas laborables diarias, que era ciertamente cómodo si lo contrastamos con las doce horas que tenían que trabajar los indios en las encomiendas.
En 1750, en virtud del célebre Tratado de Límites de Madrid, impulsado por el ministro José de Carvajal, se estableció que Portugal devolviera a España la provincia de Sacramento a cambio del territorio cercano al río Paraguay, donde había reducciones con más de 30.000 indios. Los jesuitas se negaron a abandonar las reducciones iniciándose la guerra guaraní entre las tropas hispano-portuguesas y los indios, capitaneados por algunos jesuitas (es la guerra que sale en la película "La misión"). La guerra no finalizó hasta 1756. Tras ella, las reducciones no volverían a recuperarse.
En este enlace podéis saber más, si os interesa de es hermoso país, cuya historia está llena de convulsiones políticas y de guerras.
Actualmente Paraguay, con casi 6 millones de habitantes y una renta per capita de 1700 dólares, trás 60 años de poder del Partido Colorado, tiene como presidente al ex obispo Fernando Lugo, considerado uno de los referentes de la Teología de la Liberación en Paraguay.
Ojalá consiga sacar de la pobreza a la mayoría de la población y consiga implantar la justicia social en este pequeño país del interior de Sudamérica.
Leopoldo Lugones: "El imperio jesuítico", escrito entre 1903 y 1904 por encargo del gobierno argentino al autor.
merhum dijo
Eduardo Montagut Contreras dijo
(párrafo del capítulo IV)
merhum dijo
fernandomaria dijo
Interesante escrito el que aquí dejas.
Un beso.
merhum dijo
Escribir sobre Paraguay, lo hice porque he conocido a una señora de allí, cuyo esposo tiene nuestra misma profesión y ella ha tenido que emigrar, como muchas personas porque no pueden vivir con lo que él gana; me dió mucha rabia y pensar que no pueden costear los estudios universitarios de sus hijos... Ojalá mejore su situación y pueda merecer la pena su sacrificio. Un abrazo
MARIANO JUAN-R. dijo
Un abrazo.
merhum dijo
Ayer recordé este post, porque leyendo sobre Vicente Ferrer, exjesuita, comparaban su obra en India con las reducciones jesuíticas paraguayas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario