Calipso es una aventura,una búsqueda de conocimiento, un lugar para disfrutar.../Calipso is an adventure,a search for knowledge, a place to enjoy...(mmhr)
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martes, 2 de septiembre de 2014
El jardín
De mil colores se llena el jardín en primavera: rosa, rojo, amarillo, morado, blanco, naranja, verde, de diferentes tonalidades. Rosas, kalanchoes, geranios, pacífico, jazmín...Color y olor que las plantas agradecidas regalan a nuestros sentidos a cambio de un poco de cuidado. Fotos: mmhr/2011-2014
Un jardín bien cuidado es gratificante a la vista y las visitas, pero más aún para su jardinero, porque cada retoño no sólo muestra su lozanía sino también, la del corazón del que lo cuida.
Con lo que me gustan a mi las plantas, las flores. Gracias, Mercedes por este regalo. Y si, el jardinero se siente colmado cuando sus plantas le devuelven todo el amor recibido materializado en esas maravillosas flores. Seguro que las tuyas te adoran! Besos
Los jardines nos regalan su hermosura, esas pequeñas cosas escondidas en las flores, cuidarlo, disfrutar de el, perderse en su belleza, me encanta tu entrada, mucho. Saludos.
Hola, Carlos. Cuidar el jardín compensa mucho. Me gusta mucho cuando voy al norte y veo ¡en pleno agosto! esas ventanas, balcones, jardines llenos de flores como aquí en primavera. Aquí en invierno la lluvia suele destrozar muchas plantas y en verano se queman, por lo que es difícil mantener un jardín florido todo el año y hay que acudir a plantas crasas y a las que están muy adaptadas al clima. Un abrazo.
No se donde será mas gratificante, si a la vista, al olfato ó al tacto. Claro que para lucir estas maravillas habría que ver las manitas de la jardinera ojo al dato. Porque a la naturaleza hay que ayudarla y aqui se adivina una artista. Gracias por las vistas
Naturaleza mágica y coqueta al alcance de la mano.
ResponderEliminarMercedes, te deseo un feliz retorno a las aulas.
Un abrazo
Hola, Javier. Aún no vuelvo por problemas de salud. Espero que a ti te sea leve el inicio de curso. Un abrazo.
ResponderEliminarUn jardín bien cuidado es gratificante a la vista y las visitas, pero más aún para su jardinero, porque cada retoño no sólo muestra su lozanía sino también, la del corazón del que lo cuida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenos días, pensador, y muchas gracias. También es gratificante comprobar que aunque cambie de blog los amigos te siguen. Un abrazo.
ResponderEliminarCon lo que me gustan a mi las plantas, las flores. Gracias, Mercedes por este regalo.
ResponderEliminarY si, el jardinero se siente colmado cuando sus plantas le devuelven todo el amor recibido materializado en esas maravillosas flores.
Seguro que las tuyas te adoran!
Besos
Hola, amiga igoa. La pena es que en verano se queman con tanta calor. Gracias, a tí. Un beso.
ResponderEliminarLos jardines nos regalan su hermosura, esas pequeñas cosas escondidas en las flores, cuidarlo, disfrutar de el, perderse en su belleza, me encanta tu entrada, mucho. Saludos.
ResponderEliminarHola, Carlos. Cuidar el jardín compensa mucho. Me gusta mucho cuando voy al norte y veo ¡en pleno agosto! esas ventanas, balcones, jardines llenos de flores como aquí en primavera. Aquí en invierno la lluvia suele destrozar muchas plantas y en verano se queman, por lo que es difícil mantener un jardín florido todo el año y hay que acudir a plantas crasas y a las que están muy adaptadas al clima. Un abrazo.
ResponderEliminarEL jardín es vida y da vida. Me gustan las rosas amarillas.
ResponderEliminarMuchos besos
Buenas noches, Inma. También tengo rosas amarillas. Gracias. Un besazo para tí, amiga.
ResponderEliminarNo se donde será mas gratificante, si a la vista, al olfato ó al tacto. Claro que para lucir estas maravillas habría que ver las manitas de la jardinera ojo al dato. Porque a la naturaleza hay que ayudarla y aqui se adivina una artista. Gracias por las vistas
ResponderEliminarBuenos días, Carlos. Te agradezco el cumplido pero tengo que reconocer que tengo una ayuda considerable de unas manos masculinas. Un abrazo.
ResponderEliminarUn entretenimiento que engancha...
ResponderEliminarSaludos
Desde luego, Mark. Engancha pero es una sana adicción. Un abrazo.
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